viernes, 28 de enero de 2022


Nacer es una deriva, se mezclan, entrelazan, se desean o no, se desean y emerge una… una… entre tantas, siempre en devenir, como al azahar, aroma, misterio, el azar, naturaleza, entre tanta riqueza natural, juego, destino, estrategias en los encuentros, amores des amores, arqueología de internas emociones en el desfiladero, en búsqueda del fluir, siempre buscar el flujo desde gélidos páramos que se derritan en hilos de agua, humedales, colchoncitos verde grisáceos a filos, rocas habitadas, musgos, briófitos, hilos de agua, quebradas, ríos, hilar, contextualizarse entre sustancias, territorio madre, textura de universos todos a descubrir.

Auto exiliada se nace, se elige o no se elige,                                y posesa de sonidos en el ´vibrato´, emerge llanto, risa, palabra que se hace de misterios, el oráculo, es mi verso, troncos, caracolas, piedras, alas, plumas, reflejos, hiervas más intuición, encontrar la percepción de mundo, entre encuentros con memorias,selva de niebla, niebla de mar, la infancia, la fantasía, ocultos, pesadillas, sueños, aleteos.

Invoco, evoco, juego, magia, siento, me encuentro y descubro oracular,  universos que me alimentan, silencio percepción, energía que emerge al flujo, a la quietud, piedra, rigidez, risa, conciencia, danza, cantos... manía? tristeza? Origen de pulsos interiores en búsqueda, siempre en búsqueda, vegetal, mineral, animal, noche inmensa, estrella delirio atardecer rama, musgo acontecer, desbordamiento, sueño. ¡Dónde la mar?


 

Mar,

telúrica,

madre tierra

parida en las profundidades

 

soy “negra” y sin parir soy,

fértil, hembra mujer, capote, hojarasca,

maraña, raíces, redes,

cama de semillas

 

Me sumerjo en la otra,

la oculta,

la sepulta historia,

reconozco orígenes,

fría, húmeda, jugosa,

tierra siembra, suelta soy,

tierra mi camino

Olorosa a selva, reconozco mis abismos

vertiente de sol, vertisol, tierra negra,

humus humana

agua, sacra,

influjo

siembro en ésta memoria,

alba en que bebo de las rocas

sortilegio cotidiano, espora de locura

y soy suelo, inspiro suelo,

pienso como suelo, siento como suelo, soy

diminuta más allá mil veces que la arena

soy      negra              tierra habitada

 


2002 Boquía, Salento, poema de la serie Tierras,  Expedición Sentír-fica al pasado    publicado en LA POESÍA AL CORAZÓN DE LA TIERRA,  II ENCUENTRO DE MUJERES POETAS “EN EL PAÍS DE LAS NUBES” En el camino del Café. 2004

 





Quien eres?

Nadie, Nainde, Nadies, NN y así me fui yendo por el mundo para ser NADIE.

mar                  Margarita Rosa Tirado Mejía, Velásquez, Rojo, Arango Peláez, Tirado, Mejía, Tobón, ¿’? Palacio, ¿’? Saldarriaga

esa dicen que soy, y solo soy en relación a esa historia, suceden experiencias, y como animal humana, en familia, con ella, con sus conceptos, protegida, con un diseño particular del ser al interior de algo mayor, creando pensamiento y formas de amar, sentir, enredar, tanto cuidarse de lo que los otros dirán y condenarán, sin revirar la norma, esa la creación de la identidad familiar, individual en la ilusoria construcción desde la división, los juicios, el miedo.



Para ser somos territorio,                                                       y para ser                                  y seguir los absurdos hitos, mandatos, mojones, de división en reinos minerales, vegetales, animales,                  en competencia y destrozos,   los animales humanos en olvido de quienes nos habitan, microbios, parásitos, células, vida-maga, de cómo somos entrelazando los mundos, de nieblas, manglares, nuevas y escarpadas geografías de nuestra volcánica y ardiente diversidad. 


                                                                 

Diletante en los misterios que me llaman, entro en oscuridades, laberintos y viajes de soledad.  El designio mandato es reconocernos sociedad, esa construida para mantener el absurdo, los poderes antropocéntricos y en ella debemos avanzar, ser las mejores, no importa la trivialidad que ésta represente.


Mar, así me firmo, es mi herejía ser hija receptora de la fuerza lunar inagotable, fuente de laberintos y emociones, y de cómo me explota en el acto creativo la necesidad de ver, redes de raíces, brechas de conciencia en ésta realidad de cambios, las ramas y cuerpos de piedra, agua, energía que se funde y se funde en rizomas, la vida misma, alquimia, reto que nace de los sueños, imbricación de las nubes que me hablan; existo para transformarme en cada respiro, en cada bocanada de sol, en los pensamientos y formas de ver el mundo de quienes comparto o me tocan, cada mirada que penetra mis entrañas, me sorprende y renueva, me trans  porta e incita a lo nuevo.



Personalidad de fuego contenida en luna de agua, soy por los encuentros, soy porque somos, como aprendí de Desmond Tutu, encrucijada soltando los cristos y el sacrificio, y latiendo la compasión, enredada en  el amor y el desamor, domadora de mis impulsos de posesión y de furia, de timidez, y extraños y largos silencios, la rebelde de mis quietas y seguras estructuras, quien cuestiona obligaciones y tareas en la cercanía a la realidad, pretendiendo deshacerme de las falsas interpretaciones y mentiras... ¿de cuál humanidad, la dividida en razas o linajes, provengo? ¿Cómo suceden los silencios, los ocultos, los in visibilizados, las historias borradas, las voces disidentes?  a qué hora puedo yo contener esta desbordante materia que, en



camino, recodos, zanja, sustancia, fugas, amores se ha ido haciendo?   (1985)

                                                                                                                                               





Me descubro en el juego magia memoria que alimenta, ya que es del silencio, percepción del afuera y obnubilada por dentro, energía que emerge en el flujo ondular en camino

desconocido a la conciencia, 

rescatar la risa, más allá de aliarme de nuevo a las tristezas y el gemido plañidero del designio, lucho contra la desolación,

 

                              estoy de luto

                                        porque se me ha muerto

                              la tristeza                                                         (Niebla de mar  1978)


 

no ser la esperada, no cumplir la expectativa, sentirme fuera de lugar, 

del cuerpo, del color de la familia, 

ser nombrada negra en la línea paterna, diferente a mis hermanas, “negra, gorda, torpe, imprudente, metepatas”, viví el dolor del rechazo, percepciones de marca, discriminación, separación en un ambiente de confort, amor, iglesia, normas, bienestar y el arribismo inyectado para parecernos al que está más arriba por status y dinero, la apariencia; hacerme paso,  aprender a caminar con pies planos, sin arcos hacia el mar y con una flecha interior que me lanzó en tantos momentos al vacío, sirena sin raíz buscando flotar,   





tambaleante en cuerda floja, umbral, inseguridades, y una extraña determinación de soltar, dejarlo todo, aun con el amor y el apego, romper con una furia mi profunda sumisión, la obediencia ciega a las normas eclesiásticas, patriarcas, 
jerárquicos, indolentes ante el no ser eso que quisieron formar.













ABYA YALA       
Margarita Rosa Tirado Mejía, Del Buen Vivir Cuenca Ecuador, Facultad de Interculturalidad y de colonización. Aprendiz Maestra. 2017  Experiencia, Invitada por la Universidad de Bolívar.




ABYA YALA, y el Buen Vivir... la buena vida, tejido-acción-concepto-sutura de pueblos ancestrales del planeta tierra, poblaciones originarias desde la Patagonia, hasta Alaska;

 

Y nosotras y nosotres, las que recordamos el agua como sustancia, limpia, cristal de luna, piel desnuda, magia del respiro, medicina en plantas,

piedras cobijo de miles pequeños seres, microorganismos con niveles de complejidad insospechadas, barro arcilla, manos emplastos, pilones y granos, aromas y llamados, selvas aposentos de misterio, humos tierra de humanidad, brebajes en cántaros, alimentos, chicha, frijol, ñame, papa, maíz, dundo, maíz quebra´o, fermentos, ensauchado, descascara´os… colar, cuajar, amasar, amar, convite,

textura de leña mano y fogón de canto, horno de barro… memorias, grabadas en ella, mi maestra, aunque ella aún no lo crea, Minerva, mi nana.

Salomón, su tío, plantas, remedios, cura la picadura de culebra y quién le heredó?

 

Partos en río, compañías, familias extendidas, y las mujeres sanando las heridas, guardando cantos en sus senos lácteos… salvadas por la serpiente del marido borracho, embarazada, menstruante,  la expansión de conciencia en el rito de la vida, y la paciencia y el silencio y la rebeldía obligada al mutismo, ah la cabeza gacha, su látigo sobre nuestra luz haciendo sombra, cama en la oscuridad de semilla para resistir su civilizadora violencia, laberintos en la fuerza y la memoria que pervive a través de siglos, en camas y redes de raíces, como los mágicos peinados de símbolos y lenguajes, los territorios salvados en resguardos, reservas naturales, biodiversidad del planeta, semillas de siglos, ejemplo de diversidad en las múltiples lenguas, cuerpos, elecciones al deseo, diversidades, pueblos, seres de la tierra, tierra amarilla, azules, rojas, negras, tierras culturas, mezclas, orígenes,  manglares, montañas, salitres, páramos, campos libres de venenos…  

 

Los vivos, las vivas, las vivencias del desplazamiento, familias, pueblos a ciudades, arrastrados a no ser ni llamarse, a suprimirles el nombre, burlarse de sus lenguas. Lenguas de sabor a Darién, Atrato, Yute, Istmina, San Juan, Acandí, Ugandí, Bojayá, El Valle, Condoto, negados a pronunciar el dialecto propio, bembá, bemba, la risa arrecha, polecía sin centurón, que´n endevida e la muñiga, cuando el mérico venga de Merellín.

 

Y la burla blanca mestiza sobre la diferencia, nuevos son los sones, tantos los dialectos, y la burla hiriendo el ser y lo que es raro, para quien no entiende la diferencia…  los chócoros y el bitute, a cantar en hilado Wonuna, Wounan, Emberá, Cholo, ciénaga, selvática, ohh hilando u a y vé  subiendo y bajando uhhh a i vé

    la ere en vez de ele, dialectos…

cantos otros sones, otros pasos, la vastedad de lo propio.

 

No nombrarse es morir,

           sentir la tristeza por la burla es callar,

Yaser, Josefa, Nenca, Alizon, Dominica, Gregorio Chimbilo, Demerio, Kilele, Bambasú, Cumbasá, Indulfo, Simoneto, salir de la tierra, del territorio familia, asimilarse a sierva, empleada, campesina, sin nombre, sin lengua y con miedo a la discriminación.

 

“Plegarias de Barro, luto, acción en devenir por les ausentes”, desplazadas, despojados.

 ABYA YALA, y el resurgir de la palabra siembra que no fue sepultada, de los ritos estigmatizados, de la dignidad in-visibilizada,  vivir la vida desde la vida, respiro inhalación exhalación con el poder y la pulsión-energía,  respiro inhalación exhalación, canoa, canoiita, ay canoa canoiiita, Inhumación, exhumación,  ¡¿De quiénes son los restos de los cuerpos en las fosas, los museos, de quienes son familia las momias?

Fotos Antonieta Muñoz Chilena, en el Performance Plegarias de Barro, Luto,    FESTA Bogotá, Colombia.

 

Dar-recibir, escuchar, transformar y resignificar, conociendo la generosidad de la Pacha mama, orgánicos, comunitarias, cuidadoras, protectores, comunes unidades en torno a la milpa, fogón, cosecha, pesca, minga, proyectos de vida en donde son, somos UNA, UNO, latir de los desaparecidos, buscamos, hurgamos en la tierra la memoria, somos latir de masacrados, somos seres naturaleza en relación con los ciclos, flujos, en reverencia y agradecimiento sagrado, horrando la vida, nutriéndonos mutuamente en florecimiento, amor, dignidad, respeto, conexión desde adentro, para estar en equilibrio. 

 

Climas en relación mítica sagrada tierra, barro, cuerpo, sol, estrellas, luna, mareas, los tiempos de siembra y de cosecha los ritos y mitos. Nacimiento, amor, vida, muerte, ciclos de suspiros y respiros. Muerte natural, enterramientos y ritos de pasaje.





 

ABYA YALA, la vida buena, vivir con lo esencial, la abundancia, la risa, las estrellas, el amor, la cosecha, sin que eso sea “limitado, ni precario”.  ABYA YALA la fiesta, la ceremonia, el fuego común, danza, cantos, chicha, compartir, ser animal, amanecer es ser Una y Uno, seres de la tierra, seres supremos en el coexistir. Y se ha sobrevivido a los egoísmos, al acaparamiento, a las restricciones de almas-cuerpos, rapto a los tesoros de la diferencia, homogeneización a las normas de la invasión y la guerra, la guerra con permiso para matar, masacrar, despojar, etnocidios, violaciones, a todos los cuerpos, niñas, ancianas, jóvenes, recién paridas, y las normas juzgan de satán y desalmados a los pueblos, y buscaron “exorcizarles como salvajes” con una cruz y libro Biblia que les arrodilló al desconocerles y su violencia redimida en lingotes, guerreros invasores, colonizadores, secuestradores que buscaron suprimirles. 



Vistieron sus cuerpos-eros-natura, les bajaron la cabeza y a través de lenguaje, les impusieron conocimiento, cultura, economías, religión, gobierno, vestidos. Modificaron casi por completo las relaciones no homocéntricas que existían, entre poblaciones y naturaleza, en todos los ecosistemas del planeta, hasta vivir desde la resiliencia el despertar de la profecía, almas-cuerpos libres y en conexión, minga, bastón, círculo, organización, autonomía. En el encuentro águila-cóndor, de sur a norte, luego de más de 500 años sus cantos y voces viven, invocando, con sus bilingüismos, que aprendieron a formarse y mantener los necesarios invisibles entre quienes protegían los misterios. Casi logran desaparecerles, les necesitaban  mano de obra esclava, barata y el barro habla, se desliza entre sangre y aguas, se descuaja, cuenta la historia en espíritu, los cuerpos en minga saben de memoria, aún a latigazos, fatigados, enterrados en fosas, son esencia del amor, poder del estallido en los corazones que clamamos territorios, autonomía, libertad de las dictaduras coloniales, económicas, religiosas. Esta última la más dura y difícil de superar.  Se toma la voz de lo visible, se hacen cantos y arengas en la lengua dominante, los ríos subterráneos tienen sustancia de siglos.

 



Hoy el AbyaYala, se hace en las calles y marchas se hacen de Chacanas, mandalas, mingas, ollas comunitarias en cuerpos coloridos, semillas que resurgen del glaciar de las indiferencias de los dominadores.  

 

Sentipensar la existencia humana en relación siempre en relación, dándole sentido a cada ser y hacer en el acontecer cotidiano, la relación con sol, luna, aguas, fuentes de vida sagrada, la pacha mama, tierra abundante, generosa qué proporciona los ritmos, el aprendizaje, la casa, cobijo, alimento, vestido, creación en la posibilidad de relación en ella, con ella, desde adentro.

 

Dentro de los procesos de crecimiento del mestizaje unas adaptaciones en relación al capitalismo, posesivo, los yugos impuestos por el lenguaje expandido, hábitos, mayoritarios en las formas de actuar, en lo urbano, de hacernos civiles, símiles en la diferencia de clases sociales desde el poder adquisitivo. La crisis causada por la reciente, joven y déspota especie humana, ha llevado a la mayor parte la población del planeta a vivir en ciudades, con hábitos de consumo exagerado y necesidades a esos derivados del petróleo, los “recursos de la tierra, oro, plata, uranio, hierro, coltan, etc”, la dependencia a las tecnologías y cuando nos damos cuenta a penas, ahora de que las formas de esclavitud que hemos llegado a vivir, vienen de tan lejos, malgastando nos y malgastando materiales, convirtiendo en desechos y basura la vida de tantos hasta llamarles innombrables, desechables, indigentes, obligando educando consumidores para la economía del intercambio, del capitalismo, riqueza para  pocos, hábitos que hemos tenido como seres humanos que se han basado en la separación.

 

Momento de mutación, salto de eras, cambio climático, dobles y triples cuánticos, robots, satélites para ser habitados una vez se haya cuasi destruido el planeta, proyección de la vida fuera en el espacio, viajes estelares sin importar de nuevo las consecuencias de la contaminación planificación de edificaciones en la luna,    y al unísono voces en círculo cantando, corazones hilando, latiendo, tejiendo, sintiendo, escribiendo, danzando, sintonizando sueños de amor, y buen vivir, amando nuestro planeta y sus interrelaciones, abriendo puertas a los seres interestelares, reconociendo el hambre, tanto dolor por hambre entre el desperdicio y los excesos.

 

Sabemos ya, que el pensamiento se inyecta desde la supremacía y las verdades impuestas, que nos muestran los errores y horrores del dominio, irreversibles, el calentamiento global, el derretirse los polos, dejar sin hábitat a tantas especies fundamentales para el equilibrio de la vida… la explotación del ser, de la tierra, de sus riquezas, la capacidad de hacernos vivir bajo los conceptos racionales de la física, la matemática, la medición de la naturaleza como recurso y considerar que todo debía cuantificarse y nombrarse por encima de la vida, de la sensibilidad y diferencias,por encima del bienestar para la humanidad.

 

Recordemos que son tan solo 73 años de la Declaratoria de los DDHH, inclusión, acuerdos entre países por encima de la barbarie del acaparar, controlar, dirigir, violar, usurpar, que han estado por encima de la complejidad de la vida, de la generosidad de las relaciones biológicas, y los entramados misterios, la sensibilidad, las diversidades, de quienes han logrado pervivir como humanos en cohabitación siendo naturaleza y asimilando los códigos, leyes, normas de los dominadores.  Al 2021, vemos aún los respetados Derechos, amnistías que se dan a las guerras, y sus guerreros, es inconcebible que sus estrategias de violencia, robos, traición, incumplimiento a los acuerdos, atrocidades, destrucción, despojo, torturas, masacres, sean vigentes y permitidas, y estemos dominados por esas fuerzas destructivas y acaparadoras, Así se crearon en la historia del planeta los Estados, las normas de la sociedad basadas en invasiones y despojo, ganar, tener éxito… ¡que respetables!

 

Ante tantos años de silencio y el resurgimiento de la palabra de los , humanainvisibles, y el concepto del buen vivir, la vida buena, seremos capaces de acallar el ruido, y escuchar los viejos silencios, reconocernos parte de la diversidad biológica, cultural. En Colombia aproximadas 65 lenguas y pueblos ancestrales, están aún vivas.  Gracias a ellos, se han mantenido en territorios, resguardos  en conservación de biodiversidad, aún en el planeta.  

 

Estamos en un punto de separación total, la gente compra guiones y experiencias, casas decoradas y escenarios para sus fotos, las vacaciones y lujos se proyectan a su “gusto” en resorts virtuales, las experiencias, texturas, olores… la creatividad del ser humano, cada vez más controlada.   Nominaciones tantas, construcciones mentales de lo que debemos ser como humanidad dentro de los criterios de “les grandes pensadores, científicos, empresarios, amos, políticos, Iluminati”.   

Cómo hacer para acallar el ruido y escuchar los silencios?.    





















Me descubro en el juego magia memoria que alimenta, ya que es del silencio, percepción del afuera y obnubilada por dentro, energía que emerge en el flujo ondular en camino

desconocido a la conciencia, 

rescatar la risa, más allá de aliarme de nuevo a las tristezas y el gemido plañidero del designio, lucho contra la desolación,

 

                              estoy de luto

                                        porque se me ha muerto

                              la tristeza                                                         (Niebla de mar  1978)

 

no ser la esperada, no cumplir la expectativa, sentirme fuera de lugar, del cuerpo, del color de la familia, ser nombrada negra en la línea paterna, diferente a mis hermanas, “negra, gorda, torpe, imprudente, metepatas”, viví el dolor del rechazo, percepciones de marca, discriminación, separación en un ambiente de confort, amor, iglesia, normas, bienestar y el arribismo inyectado para parecernos al que está más arriba por status y dinero, la apariencia; hacerme paso,  aprender a caminar con pies planos, sin arcos hacia el mar y con una flecha interior que me lanzó en tantos momentos al vacío, sirena sin raíz buscando flotar,